7/30/2012

Y sé que tengo el pecho podrido de aguantar.

Mi madre nunca me enseñó a coser, a tejer o a bordar, ni siquiera sé pegar un botón. A veces me impresiona su habilidad de repararlo todo, tejerme lindas bufandas que me protegen del frío y que encienden los árboles de mi garganta. Incluso cuando se me han caído los ojos y he llorado tanto hasta rebalsar, siempre ha logrado sacarme una sonrisa.
Entonces, ¿cómo ella quiere que sea capaz de hacerlo por mí misma?, ¿que sepa coser cada una de las caídas, los reencuentros y las invitaciones? No puedo, lo siento, nunca aprenderé, porque mis manos cada vez son más débiles y pesadas, y si es así, ¿tú dolor siempre estará en mi?
Es por esto que me declaro una total experta en dibujar círculos infinitos a tu alrededor.

7/12/2012

Se me olvida a veces como fuiste.

Aún no aprendo a caminar ni a hablar, pero sé bien que faltan horas para verte.